Vivimos tiempos turbulentos. El número de conflictos violentos en el mundo es el más alto desde la 2ª Guerra Mundial. La frecuencia e intensidad de los desastres climáticos aumenta. Frente a tales retos, la inteligencia artificial () y la digitalización están transformando la capacidad para responder a estos desafíos. El trabaja con nuevas herramientas tecnológicas para ofrecer un apoyo más rápido e inteligente a los afectados por las crisis.